Durante el último siglo, han surgido diferentes líneas de aprendizaje con las cuales el ser humano ha buscado entender el significado de su existencia y de todo aquello que lo rodea. Ramas como el arte del diseño y la ciencia de la economía, por ejemplo, brindan soluciones dentro de cada uno de sus campos de ejecución. Para entrar en contexto, es importante definir el diseño y la economía por separado y así entender las bases y fundamentos de cada especialidad.
Cuando se habla de diseño, nos referimos a aquellos procesos, técnicas y aplicaciones que son implementadas con base a la funcionalidad. Es decir, se desarrolla un producto innovador o se toma la idea inicial con el objetivo de mejorarlo, y así adquiere características que, no sólo lo convierten en un elemento estéticamente bello, sino que el producto cumple con la función con la cual fue diseñado.
Por otro lado, es preciso aclarar que la economía no se refiere exclusivamente al dinero; también se relaciona con el uso inteligente de los recursos. Hacer uso correcto de los recursos que se tienen es fundamental para obtener de ellos los mejores resultados, ya sea que hablemos de alimentos, tecnología o servicios públicos, entre otros.
Por tanto, en este punto surge una pregunta: ¿cómo se influencian entre sí estas dos ramas del aprendizaje? La respuesta a este interrogante no es tan compleja como podríamos imaginar. Muchas de las ciencias que existen actualmente necesitan trabajar conjuntamente con otras para lograr resultados concretos. Lo mismo pasa con el diseño y la economía: ambas buscan mejorar los espacios y el estilo de vida de las personas, teniendo en cuenta los recursos y la optimización de los mismos.
El diseño en las empresas
Según el portal web Wiki EOI, un tercio de los diseñadores hacen parte de compañías del sector creativo, las cuales se especializan en labores de diseño, publicidad o comunicación audiovisual. El otro porcentaje de diseñadores son creativos que se desempeñan de manera independiente o freelance, como se les llama tradicionalmente. El diseño como tal es un elemento verdaderamente importante dentro de la economía. Las empresas, sin importar si son grandes multinacionales o pequeñas pymes, deben pensar periódicamente en estrategias para mantenerse a flote y ser competitivas en el sector en el que se desempeñan.
Es común que algunas empresas enfoquen sus recursos en campañas de venta, obtención de oportunidades de negocio, inversiones, utilidades, entre otros. A causa de esto, no se preocupan por desarrollar estrategias de diseño con las cuales sencillamente podrían crear una marca o impulsar su negocio con sencillas piezas publicitarias. En cambio, las empresas con trayectorias impresionantes, un sinnúmero de empleados, y una gran cantidad de recursos, son aquellas que realmente le apuestan al diseño y tienen claro lo importante que es implementarlo en las compañías.
Además, analizar el sector económico en el que una empresa se desenvuelve es imprescindible antes de desarrollar estrategias publicitarias o de comunicación. De esta manera, se pueden reforzar los puntos vulnerables y convertirlos en oportunidades de negocio, en donde el diseño, por medio campañas publicitarias, podría fidelizar a los clientes que confían en ustedes y atraer a nuevos compradores que poco a poco prefieran su marca por encima de las demás.
Lo que se pronostica
En términos simples, abordamos la economía como el manejo racional de los recursos, pero la administración de los mismos no siempre es sencilla. De esta forma, si afirmamos que la economía puede llegar a ser un poco compleja, es allí donde las soluciones gráficas o creativas toman el papel de líderes para aportar alternativas simples, pero efectivas, sin olvidar el enfoque inicial con el cual las empresas pretenden generar nuevos ingresos.
Según el portal online de Grafiscopio, “por cada $130 invertidos en diseño, las empresas donde este factor es clave tuvieron retornos de $298”. Estaríamos hablando de un aumento del 130% aproximadamente. Cifras muy positivas para las empresas que desean implementar el diseño como una opción para crear soluciones eficientes. Además, si a esto se le suman las ganancias que los procesos económicos generan, se estarían desarrollando un conjunto de estrategias con resultados que superan las expectativas planteadas.